Pero en el infierno había un diablo estupido que, como queria casarse pensó que con una mujer asi seria la envidia de todos. Por ello y a todo correr fue a ver al fabricante de flautas. Desde el camino se metió de un salto en el salón y gritó al músico:
_ Dame a tu hija por esposa o te llevare directamente al infierno!
Cuando ocurrió, la hermosa muchacha se encontraba en el pozo del pueblo, entonces el astuto fabricante supo responder:
_ Si ¿porque no?, pero ahora no esta. Ha sido desobediente y la encerrado en el patio.
El diablo salio corriendo inmediatamente hacia el patio y vio una cabra barbuda.
Se estaba haciendo vieja, era muy caprichosa y no aguantaba las bromas.
_ ¡Por el infierno!, esto es una verdadera belleza diabólica_ exclamo el diablo contento_. Tiene los cuernos como Lucifer y esta desgreñada como un vagabundo: ¡cómo me van a envidiar los otros diablos!.
De pronto, intento darle un beso. La cabra baló enfurecida y le dio tal cornada al diablo que lo mando directamente al infierno. En ese mismo momento, el cielo enfureció como si fuese el día del Jucio Final y un pastor que por allí pasaba grito al fabricante de flautas :_ ¡Hoy se casa el diablo!_ como se dice en el campo cuando se escurece el cielo._ Muy cierto, querido vecino, ¡ se ca a casar cib nuestra vieja cabra!- respondio el astuto artesano.
Fuente
365 cuentos para soñar (Vratislav Stovicek/ Karel Franta)
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