viernes, 7 de noviembre de 2014

La flauta mágica

Mas allá de los nueve rios vivía, hasta hace poco tiempo, una princesa presuntuosa. No había nada que la complaciera, todo le desagradaba. Un dia paso por allí un pequeño vagabundo que tenía una flauta mágica. Toco una rosa blanca y de ella salio una muñeca blanca que le hizo tres reverencias y tres piruetas. Toco ante el no me olvides azul y surgio un minusculo caballero  con armadura azul  que desenvaino tres veces la espada y tres levabnto la lanza ...._¡Oh que juguete tan bonito!_ grito la princesa desde la ventana del palacio _. ¡Lo quiero a cualquier precio!.
_¡Lo puedes tener por nada _sonrió el vagabundo _si prometes que lo tocarás para alegrar al pueblo y a las flores.
La princesa se lo prometió, pero no mantuvo su promesa. Toco la flauta solo para si misma . La primera vez toco  y aparecio una araña negra que le hizo tres reverencias  e hilo para ella  tres veces una tela negra . Toco otra vez y aparecio una avispa amarilla que le revoloteo a su alrededor tres veces  la picó. Arrojó .a flauta por la ventana  y se fue corriendo a casa  a llorar,
_ La flauta de felicidad solo  a los que tienen  buen corazón_ le grito a shs espadas  el pequeño vagabundo, recogiendo la flauta y llevandola de nuevo a sus labios.
Alli donde fuera , las flores bailaban, allí donde se dirigiera, todos los pajaron volaban a su alrededor. Quizas algun día aparezca por tu casa.
 Fuente
365 cuentos para soñar  (Vratislav Stovicek/ Karel Franta) 

jueves, 6 de noviembre de 2014

Las princesas Ocas



Erase una vez un rey que tenia dos hijas  impertinentes. No sabia realmente qué hacer; no conseguia nada, ni siquiera con solemnes pescozones. Por ello se quedaba sentado en su trono moviendo la cabeza  y repitiendo:
_¡Ay! niñas, ¿en que acabara esto?. Un día apareció en la orilla del lago  de la corte una oca con su oquitas. En cuanto las princesas las vieron  las vieron empezaron a tirarles piedras.
_¡Os arrepentireis muy pronto!_  
grito la oca, pero las princesas se rieron a sus espaldas. A la mañana siguiente  descubrieron con horror que estaban cubiertas de plumas  y en lugar de boca tenían un hermoso pico  amarillo.
_¡Cielos nos hemos convertido en Ocas!_ dijeron alborotadas.
Llantos y  lamentos invadieron la corte. Allí donde fuese, el Rey preguntaba:
_¿Como estas Sus Altezas, las Princesas?
Y sus sirvientes le contestaban con apuro:
_ Se podía decir, Majestad, que están en sus mejores plumas,...¡Oh, que Su Majestad nos perdone, en sus mejores paños, queríamos decir!.
Un día, una sirviente distraida quiso rellenar una almohada. Arrancó las dos primeras ocas que encontró  y empezó a desplumar las  vivas. Las ocas chillaron de dolor hasta el punto de quedarse lividas pero sin ningún resultado: la muchacha las desplumo hasta la ultima pluma. Y apenas hubo arrancado  la ultima pequeñísima pluma, he aqui que aparecieron las princesillas impertinentes, peladas como bolas de billar.

_Que Sus Altezas Ocas....ehm, las Princesas que me perdonen_ balbuceó la muchacha_. Yo no sabían que eran ocas...ehm princesas Pero las princesas se  limitaron a llorar  a lágrima viva  y a esconderse debajo de la cama . Podrían estar allí todavía ...¿o crees que ya les habra crecido el pelo? 
Fuente
365 cuentos para soñar  (Vratislav Stovicek/ Karel Franta) 






miércoles, 5 de noviembre de 2014

La zorra y la gata

 La zorra era conocida por su presunción y su gracia. Participaba en todos los bailes  del bosque  damdpse más importancia que una princesa.
Un dia encontro a una gata  que le dijo admirada: _¡Oh querida zorra! ¿que haces para ser tan lista?. Me gustaria tanto ser así?. La zorra casi revento de orgullo.
_Quien no lo consigue  es solo por estupidez_ dijo con soberbia _. ¿No sabes hacer nada especial gata inutil?
_¡Oh no!_ respondió la gata_. Ya es bastante si consigo subirme a un arbol cuando veo un perro.
_Entonces estupendo_ sonrió la zorra_. Yo tengo un monton de recursos, engaños  e ideas geniales  para cada uno de los perros que encuentro. ¡Ven conmigo!.
En ese momento llegaron al bosque  unos cazadores con sus perros  y las cosas se pusieron muy feas. Sin pensarlo dos veces  la gata se subió de un salto  a un árbol.
Pero los perros  se abalanzaron  sobre la zorra  presentuosa y acabaron con ella.
_ Te han dejado bastante apañada, señora zorra_ maullo la gata_. Mi único  modesto recurso  valía mas que todo  tu ingenio.
Fuente
365 cuentos para soñar  (Vratislav Stovicek/ Karel Franta)